El viaje de una esfera en plena noche: Night Sky.

En Nicalis deben estar que echan humo. Este pequeño estudio fundando por gente del mundillo indie como Daisuke Ayama ( Cave Story ) ha pasado de ser casi un desconocido que únicamente hacía juegos para móviles, como tantos otros, a ser un candidato firme a compañía referente de Wiiware, junto con Frontier, Over the Top, Ronimo y 2D Boy.

La adaptación de Cave Story ( que sale en octubre y desde julio está en fase de testeo y aprobación ) y de La Mulana y un juego completamente nuevo, 100 % suyo. Fue anunciado tímidamente a primeros de año, con el provisional nombre de Night Game. A falta de apenas unos meses de su lanzamiento, diciembre mismo, el título definitivo es Night Sky. Y no es casual este nombre, puesto que todo el juego transcurre en trece escenarios nocturnos, con escasa luz. En una entrevista a Nintendo Life ( el motivo de esta entrada vaya. Y de hablar un poco de un juegazo ignorado también ) a los dos cabezas pensantes del juego, comenta que Night Sky usa el juego de sombras chinescas, y diseños estilizados y minimalistas, tan de moda en cantidad de juegos. Pero aunque el aspecto visual sea más bien genérico, el resto del juego es completamente nuevo: no hay jefes finales, ni enemigos, absolutamente nada. Tan solo un nivel que recorrer, con diferentes plataformas y puzzles, y tú, una esfera redonda con la habilidad tan básica de acelerar o frenar.

Y es que Tyronne Rodriguez y Nicklas Nygten pretenden que Night Sky sea toda una experiencia:, y una de las maneras de conseguirlo es con la música. Jazz experimental de la mano de Chris Scrabl, además de los efectos “caseros” de impactos y movimiento que han grabado en Nicalis. Ya puede ser buena la banda sonora pues estuvo nominada en el pasado IGF ( Independent Game Festival ). Con toda experiencia tan hippie, no pienses que el juego no tiene reto. Es más, para aquellos amantes de la dificultad extrema, el desbloqueable modo Master cambia por completo la mecánica y tipos de puzzle de los niveles. Un modo para tocar las bolas, le viene a pelo.