Los videojuegos, los más responsables ( y los más críticados )

PEGI, ESRB, OFLC y CERO. Son los vigilantes de moralidad de la industria del ocio virtual, los que deciden a qué debemos jugar. Si alguno se les entrecruza, que el Dios Pac-Man se apiade de la pobre compañía responsable. Pero, ¿ quién vigila a los vigilantes ?¿ Son efectivas estas entidades ? Al menos la organización norteamericana sí. La Comisión Federal del Comercio presentó en el Congreso de Estados Unidos un informe afirmando que la industria del videojuego es la más responsable y mejor regulada del sector del entretenimiento con diferencia. Según el informe, la detallada clasificación del ESRB disuade que menores tengan acceso a juegos clasificados para adultos; también se valora la explicación que hacen de sus criterios de clasificación en la propia web, para que los padres sepan qué conlleva cada aviso. Las propias tiendas también son responsables: el 80% avisa y advierte del contenido adulto de los juegos antes de venderlos. Y también lo son los responsables de márketing. Anuncios de juegos +18 en televisión se respeta el horario infantil y en publicidad online se requiere validación de edad.

Un verdadero ejemplo de autoregulación y responsabilidad moral, vamos. Pero eso no disuade a que el enésimo juego de corte adulto sea prohibido en Australia. Los australianos podrán comprarse la quadrilogía de Alien, disfrutar de las dos entregas de Depredador, adquirir los cómics o horrorizarse ( y no por ser de terror ) de Alien VS Predator y su secuela, pero no jugar al videojuego. 'Nadie necesita jugar a un juego dónde decapita, empalas y desmiembras personas', 'Sólo un pequeño número de jugones intentan imponer su deseo en la sociedad, y somos una sociedad conjunta. Se trata del bien común ante el bien de una minoría' o ' Acepto que el 98 o 99% de los jugones sepan diferenciar entre realidad y fantasía, pero existe ése 1-2% que no lo hace y pueden verse motivados a cometer horribles actos violentos' son algunas de las perlas que ha soltado en el juez que ha prohibido el lanzamiento del último AVP de Sega. La industria hace esfuerzos en vano, cada vez tengo más claro que cuando la primera generación de hombres y mujeres que crecieron con los videojuegos lleguen al poder podremos comenzar a pensar que los videojuegos serán tratados como una forma de ocio más y no como parte del eje del mal.