17/11/08

Preview: Animal Crossing: Let's Go to the City




Coge tus bártulos, abandona tu hogar y embarcáte en una aventura mundana, costumbrista, aparentemente simple pero llena de pequeños detalles que la hacen especial. Como la vida misma, como Animal Crossing.


¿ Por qué no tomarnos esto de los videojuegos con calma ? Desde luego, después de una buena sesión a Gears of War 2 o Left 4 Dead, uno acaba supurando adrenalina por todos los poros. Podrías relajarte escuchando algo de música clásica... o también jugando a un videojuego. Hay ciertos juegos cuyos objetivos son algo ambiguos: ¿ cuál es el motivo de jugar a Animal Crossing ? Pues vivir la vida, simplemente. Ver pasar el tiempo, como va evolucionando nuestro entorno día tras día, las estaciones, los días señalados, los vecinos que vienen y se van. Todo en un simple pueblecito, no en una gran urbe caótica como las metrópolis que a todos, secretamente nos encanta destruir en SimCity. Aunque este punto de la urbe, quizás valga la pena matizarlo, porque ahora nuestros alter egos pueden irse de pingoneo; no sólo con otros amigos sino a la ciudad, que es lo que da sentido al subtítulo de la cuarta entrega de Animal Crossing.


Y a pesar de ser ya longeva, todavía tiene más cosas que ofrecer, aunque sea más refinamiento y perfección de la mecánica que cambios trascendentales en sí. Este continuísmo de Let's Go to the City puede, y quizás no sea del todo erróneo, ya veremos el resultado final, dar a pensar que las novedades no justifican la nueva entrega, y que en PC se consideraría más una expansión que un juego completo y nuevo en sí. Lo cierto es que hacer cambios significaría alterar le encanto de Animal Crossing, que tanto éxito le ha otorgado en su entrega en la malograda GameCube y en su primera incursión en terreno portátil con Wild World y los más de 8 millones de copias vendidas. Continuarás llegando pobre y sólo a tu nuevo hogar, trabajando para Tom Nook, y teniendo una choza llena de cucarachas que encima has hipotecado. Animal Crossing no es un juego que requiera maratonianas partidas, y eso no ha variado: ver las novedades en las tienda, hablar como los vecinos, hacer recados si te los mandan, ver los pequeños eventos que se suceden diariamente en el tranquilo pueblo, el día a día vamos. Nintendo ha potenciado todo esto con más de lo mismo: más objetos de decoración, más capacidad de personalización de camisetas o sombreros, más papeles de pared, más animales, etc. A sí mismo como más personajes y más festividades señaladas. Cualquier día que sea fiesta en la vida real, lo será en Animal Crossing con alguna sorpresa incluida.


Este conservadurismo sigue incluso en el tema gráfico, siendo más casi una puesta al día en cuanto a resolución, y mejora en texturas del mapa y poquito más. Y tampoco usará de forma especial en control de Wii, pero sin embargo sí hará buen uso de las funciones online de la consola, el WiiConnect 24 con concursos de diseño por ejemplo, con el sistema habitual y usado en Mario Kart Wii, con la posibilidad de ir descargandóte nuevos ítems que Nintendo vaya colgando, y como no, jugar online, manteniendo la cifra de 4 jugadores a la vez con posibilidad de chatear con teclado USB o por el nuevo periférico, Wii Speak, que se podría considerar un micrófono social por el tema de estar situado en el televisor y no en la cabeza de cada uno, de manera que podemos hacer charlas conjuntas con otras personas con los que tengamos a nuestro lado.



A parte de ir mejorando las posibilidades el línea, incluso pudiendo tomar capturas del juego y enviarlas a cualquier contacto de Wii o al propio PC vía e-mail o tarjeta SD, está ése otro factor nuevo, la ciudad, que nos sirve de lugar de ocio si nos cansamos de la sosegada vida de pueblo: clubs de la comedia, subastas, peluquerías ( dónde poder ponernos un careto Mii ) y otros tantos comercios destinado a gastarnos el sueldo y satisfacer nuestra vena coleccionista compulsiva de objetos.

En fin, Let's Go to the City ( City Folk en América ) supone un más de lo mismo, pero como siempre, mejorado, perfeccionado y refinado sutilmente. El 5 de diciembre veremos si realmente eso de jugar a vivir continua siendo tan agradable y reconfortante como las otras veces.



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